La Estación Experimental del Zaidín (centro perteneciente al CSIC) ha  acogido una charla sobre las estrategias más eficaces y duraderas para  el control de los virus de plantas en invernaderos.  El encargado de impartir este  seminario ha sido Enrique Moriones, investigador del Consejo Superior de  Investigaciones Científicas y responsable del Laboratorio de Virología  Vegetal de la Estación Experimental "La Mayora" del CSIC en Málaga. 
Este  investigador trabaja en enfermedades virales en invernaderos de importancia económica en las especies hortícolas propias de los cultivos intensivos del sur de  España, tales como el tomate y el melón. que han sido producidos en ambientes protegidos Además, Enrique Moriones es el  director de este centro de investigación en Málaga.
Desde finales de los años '80 se han venido produciendo graves epidemias de virus transmitidos por la mosca blanca Bemisia tabaci  en cultivos de tomate de España y el resto del mundo. Este es el caso  de las epidemias ocasionadas por los begomovirus (familia Geminiviridae) causantes de la enfermedad del rizado amarillo del tomate que supone un serio factor limitante para la producción, tanto en invernaderos como a campo abierto.
En  España los cultivos intensivos permiten la venta de productos al  extranjero, pero estos virus terminan con las cosechas lo que da lugar a  grandes pérdidas económicas para la agricultura española.
En los  últimos años, los estudios que ha llevado a cabo este Laboratorio de  Virología Vegetal se han concentrado en virosis, enfermedades provocadas  por virus, que afectan a tomate y melón en invernaderos. 
Tras más de una década  de estudio, el grupo de investigación de Enrique Moriones ha podido  delimitar los principales factores asociados con esta emergencia, al  igual que el virus de la gripe que tiende a modificarse y variar año  tras año, los virus que asolan los cultivos españolas actúan de la misma  manera. 
Los virus también se adaptan
En general,  estos investigadores han observado una alta plasticidad de las  poblaciones de estos virus en parte relacionada con su rápida capacidad  de evolución a través del intercambio genético por medio de la  recombinación, explorando nuevos espacios de secuencia y variabilidad  genética.
Según Enrique, ya cuentan con resultados que reflejan la  elevada capacidad de estos virus para adaptarse a nuevas condiciones  ecológicas. Esto dificulta notablemente el control de las epidemias en  los cultivos  en invernaderos por lo que se han investigado estrategias que puedan  combinarse en sistemas de manejo integrado que incluyen actuaciones a  muy distintos niveles. 
“Tenemos datos que indican que la  incorporación de resistencia en la planta tanto al virus como al insecto  vector, encargado de transportar a este virus, puede ser muy efectiva  para el control de las epidemias aunque no suficiente. De ahí que la  incorporación de medidas de manejo del cultivo puede ser básica” afirma  el director de la Estación Experimental de “La Mayora”.
Entre las  medidas que están aplicando está el uso de aditivos en las cubiertas  plásticas de cultivos protegidos que dificultan la visión del insecto,  puesto que estas cubiertas impiden el paso de la luz ultravioleta, o de  la inducción de resistencia sistémica en planta, mediante la inoculación  de compuestos se puede lograr cambiar las rutas bioquímicas de la  planta consiguiendo que esta sea resistente a la infección por estos  virus.