Lecanicillium muscarium (Petch)

Sinonimias:

Cephalosporium lecanii Zimm, 1898
Acrostalagmus aphidum Oudem, 1902
Cephalosporium lefroyi Horne, 1915
Cephalosporium aphidicola Petch, 1931
Verticillium hemileiae Bouriquet, 1939
Verticillium lecanii (Zimm.) Viégas, 1939


 

Descripción:

Las colonias en medio de cultivo suelen ser blancas o amarillentas, de aspecto algodonoso. El micelio es septado y las fiálides son solitarias o en verticilo, con un tamaño variable, normalmente entre 12-40 x 0,8-3,0 µm. Los conidios son cilíndricos en un rango entre 2-10 x 1,0-2,6 µm y pueden formar grupos. No presenta clamidosporas (Domsch y Gams, 1993).

Biología y ecología:

Lecanicillium (=Verticillium) lecanii es un patógeno común de cochinillas en zonas tropicales y semitropicales, pero infecta también áfidos y moscas blancas (Charnley, 1997). Los conidios de L. lecanii están cubiertos por una sustancia viscosa que facilita su adhesión a la cutícula del insecto y los hace hidrofílicos (Jeffs et al., 1999).
Las mejores condiciones de crecimiento y multiplicación de este hongo están comprendidas entre 15 y 28ºC y una HR del 80% o superior (Rodríguez, 1994). Algunos autores (Belda et al., 1994) han concluido que las cepas de L. lecanii con conidios más pequeños son más eficaces contra la mosca blanca que aquellas con esporas mayores (que afectan más a áfidos). Estas cepas infectan principalmente a las larvas de mosca blanca, aunque en condiciones de elevada humedad actúan también sobre pupas y adultos.
La especie más importante es L. lecanii pero a menudo se aíslan hongos de insectos con características morfológicas similares que resultan ser otras especies como L. psalliotae, L. fusisporum, L. lamellicola o L. dimorphum (Steenberg y Humber, 1999).
 


Modo de Acción:

La infección del insecto por el hongo ocurre a través de la cutícula o por vía oral. En condiciones elevadas de humedad, los conidios germinan formando un tubo que penetra la cutícula, gracias a procesos físicos y también a la producción de enzimas extracelulares (fundamentalmente proteasas y quitinasas). Esta primera fase (germinación y penetración) dura de 3 a 4 días. Una vez en el hemocele, la invasión de los tejidos dura de 2 a 3 días (Tanada y Kaya, 1993). Los síntomas del insecto son la pérdida de sensibilidad, falta de coordinación de movimiento y parálisis. Cuando se produce la muerte del insecto, éste queda momificado.
L. lecanii produce metabolitos tóxicos para los insectos como ácido dipcolónico, ácido hidroxicarboxílico y ciclosporina (Butt, 2002).
Se ha descubierto que la cutícula de los insectos estimula la producción de proteasas de hongos entomopatógenos como L. lecanii (St Leger et al., 1997) que ésta está compuesta en un 60-70% por proteínas esclerotizadas. Estas proteínas cubren las microfibrillas de quitina de la cutícula de los insectos por lo que las proteasas son fundamentales en el proceso de penetración de la cutícula de los insectos (Charnley, 1997).
 
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Adultos de mosca blanca (izq.) y ninfas (dcha.) parasitados por Lecanicillium lecanii de forma natural. (Fotos cedidas por Harry Evans (CABI Bioscience, UK)).


Formulaciones en el mercado:

Mycotal (Koppert Biological Systems, Holanda), conidios, en polvo mojable; para mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci) y trips.
Vertalec (Koppert Biological Systems, Holanda), conidios, en polvo mojable; para áfidos (Butt, 2002).
Ambos productos se utilizan en invernaderos de cultivos y ornamentales, ya que requieren una humedad relativa elevada para su actividad óptima (Malsam et al., 1997).
 

Referencias:

Belda et al., (1994), Butt, (2002), Charnley, (1997), Domsch y Gams, (1993), Jeffs et al., (1999), Malsam et al., (1997), Rodríguez, (1994), Steenberg y Humber, (1999), St Leger et al., (1997), Zare y Gams, (2001).
Autor: Leticia Asensio y Luis V. Lopez-Llorca