Control de plagas en invernaderos: trips y mosca blanca



Actualmente los invernaderos sufren una serie de plagas mayor que en años anteriores y esto provoca que la implementación y el desarrollo de técnicas alternativas para el control de plagas en invernaderos sea una prioridad a la hora de montar este tipo de construcción. Esto se debe a que la disponibilidad y eficacia de productos tales como pulguicidas no ofrecen una solución permanente. Existen dos tipos de plagas en invernaderos que son realmente problemáticas. Una de ellas es la Mosca Blanca. Esta es la plaga más grande y dañina para los cultivos hortícolas que existe en estos días


El más afectado es el tomate ya que esta plaga es vector de muchas enfermedades víricas. Al mismo tiempo el pimiento es dañado directamente por la NEGRILLA que es causada por los hongos que crecen sobre la maleza excretada por sus larvas. Esta Plaga ha desarrollado un nivel muy alto de resistencia contra las materias químicas utilizadas. Desde el año 2001 el control de plagas de invernadero biológico, en particular el de la mosca blanca, ha tenido una mejoría notable mediante el control de parasitoides. Sin embargo éste solo funciona cuando no hay entradas masivas de las larvas, además los parasitoides solo tienen control sobre la larva desarrollada, esto significa que cualquier larva provoca un daño antes de morir. control-plaga-invernaderos-plagas

Otro control de plagas en invernaderos es la que se enfoca en los Trips. Ésta es una especie polífaga que provocan daños serios y directos lo que perjudica el valor comercial de los frutos; la forma de detectar el trips es divisando manchas blancas por picaduras en tomates y pimientos y también malformaciones en pepinos. Otros cultivos afectados por esta plaga son la lechuga el apio y el alcaucil. Al igual que la mosca blanca, el Trips a desarrollado una fuerte resistencia a los productos químicos disponibles.

Controles químicos y naturales

La forma más común de ejerecer el control de de plagas en invernaderos se lleva a cabo a través del uso de productos químicos especializados, pero como mencionamos anteriormente, tanto la Mosca Blanca como el Trips tienen una fuerte resistencia hacia ellos. Desde el año 2006 se comenzaron a utilizar ciertas especies de depredadores tales como los ácaros y las chinches u Orius. Estos últimos son depredadores muy voraces, no solo actúan contra los Trips y La Mosca Blanca, sino que también contra sus huevos y larvas. Este método para controlar las plagas debe emplearse cuando el cultivo empieza a florecer debido a que las chinches pueden reproducirse a base de polen.

Generalmente debemos contar con que pasan dos generaciones de Orius antes de que la población sea suficientemente grande para controlar estas plagas eficientemente. Dicho lapso dura aproximadamente entre 4 y 7 semanas, dependiendo de la disponibilidad de alimento y de la temperatura media que necesite el Orius. El ácaro es un método de control de plagas en invernaderos muy empleado debido a que es el enemigo natural más fuerte que tienen estas plagas, estos insectos pueblan las hojas y las flores siempre y cuando la población de Orius no sea demasiado grande ya que la chinche es también depredador del ácaro por lo tanto también lo devorará. Los depredadores de Trips y Mosca Blanca en su mayoría no sobreviven en los cultivos de tomates debido a que la secreción de las glándulas en los tallos produce que tanto el ácaro como la chinche se queden rápidamente inmovilizados. Para estos casos existe otra especie de chinches llamada Chinches Verdes que es capaz de sobrevivir pero el mayor inconveniente que tiene es que su instalación en los cultivos les lleva demasiado tiempo.

Otro método para el control de plagas en invernaderos es aplicar todas las medidas preventivas disponibles. Es importante que la estructura física del invernadero garantice el aislamiento mediante mallas anti-insectos o mosquiteros en las aperturas para ventilación. También una puerta hermética doble y una rápida y adecuada reparación de cualquier rotura en los cubiertos. Existen también las trampas cromáticas adhesivas que han demostrado ser muy eficaces. El truco es que estas trampas son de color amarrillas o azules lo que hace que las plagas se posen en ellas ya que las superficies de colores brillantes les resulta muy atractivas a este tipo de plagas y el adherente que poseen estas planchas hacen que la larva se quede pegada ella.