Preparar una mermelada casera me resulta gratificante, es una labor que me relaja y me embriaga con esos resultados aromáticos y evocadores. Son muy fáciles de cocinar. Con un par de intentos ya habremos dominado la técnica y seremos capaces de disfrutar de un dulce exquisito, que rememorará los sabores de antaño. Sabores que eran habituales en las cocinas de nuestras abuelas, que al finalizar el verano se entregaban a estos menesteres para que la familia disfrutara de los frutos estivales, cuando no era posible conseguirlos fuera de temporada.No se sabe con certeza cuál es el origen de las frutas en conserva, pero se tienen noticias desde la época romana, en la que el gastrónomo Marcvs Gavius Apicius, incluye recetas para conservar frutas en uno de sus libros.
El punto del caramelo: Mermelada de <b>fresas</b> (frutillas)
Preparar una mermelada casera me resulta gratificante, es una labor que me relaja y me embriaga con esos resultados aromáticos y evocadores. Son muy fáciles de cocinar. Con un par de intentos ya habremos dominado la técnica y seremos capaces de disfrutar de un dulce exquisito, que rememorará los sabores de antaño. Sabores que eran habituales en las cocinas de nuestras abuelas, que al finalizar el verano se entregaban a estos menesteres para que la familia disfrutara de los frutos estivales, cuando no era posible conseguirlos fuera de temporada.No se sabe con certeza cuál es el origen de las frutas en conserva, pero se tienen noticias desde la época romana, en la que el gastrónomo Marcvs Gavius Apicius, incluye recetas para conservar frutas en uno de sus libros.